En las últimas décadas, el uso de Internet y las nuevas tecnologías de la comunicación, entra las que incluimos a las absorbentes redes sociales, han dado paso a millones de perfiles y avatares que constituyen lo que llamamos nuestra identidad digital. «La identidad virtual existe en el mundo digital de forma paralela a nuestra identidad real, y aunque sea digital, también es real» — Joan Belmonte comenzaba así su intervención en una de las ágoras de Healthio junto a Queeny Beloso, ambos miembros del grupo TIC de la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Catalunya (AIFICC) —.
«Es difícil no tener una identidad digital, porque su creación no depende solo de nosotros, sino que se crea a partir de la mínima interacción con cualquier usuario. Incluso cualquier información o fotografía que subas a la red es material con el que cualquiera puede crear tu identidad, por lo que también es posible no participar y tenerla», explica Beloso. Esa identidad es, por tanto, compuesta y subjetiva.
La generación y el mantenimiento de ese Yo virtual pueden ser una oportunidad o un peligro para nosotros, y por eso debemos gestionarlos correctamente. Belmonte y Beloso recomiendan crear nuestros perfiles en redes de forma responsable, configurar adecuadamente nuestros ajustes de seguridad y privacidad, participar de forma positiva en las redes, tomar medidas de seguridad cuando navegamos y revisar de forma periódica esa identidad que, de forma consciente o no, hemos creado.
#IdentidadDigital, la tienes aunque no la quieras. Que haces con ella? Charla en Àgora 3 #Healthio pic.twitter.com/daCjdnD36b
— Galenia Comunicación (@Galenia_cat) 3 de mayo de 2017